Que tienes que no puedo vivir sin ti, que no puedo dejar de pensar en ti, que haces que un sentimiento de necesidad se apodere de mí. Que tienes que me haces acariciar el cielo o me hunda en el más oscuro infierno. Que tienes para que las lágrimas que humedecen mi cara sean de alegría y la rabia e impotencia sean los dueños de mis sentimientos. Que tienes para no dejarme dormir pensando en el momento que está por llegar y permitirme soñar con el logro que se acaba de culminar. Que tienes que me paralizas en las grandes ocasiones y me inquietas en las pequeñas situaciones. Que tienes para hacerme sudar sin mover ni un solo músculo de mi cuerpo y temblar esperando el tan ansiado momento que no es seguro que esté por llegar. ¿Porqué no te he dejado de querer si llevas mucho tiempo sin devolverme la pasión que pongo en ti? Será la emoción que me transmites, la alegría que me produces, lo feliz que me haces llegar a ser, los sentimientos que me haces desprender. Debe ser. Y por eso fútbol, te quiero así.
El amor no sólo se expresa en una relación de pareja, el amor va mucho más allá de lo tangible e insisto, si uno no ha sufrido, llorado y sentido la más grande de las alegrías viendo fútbol, pues simplemente no conoce el verdadero significado de la palabra amor.
Zinedine Zidane, la prueba de que el fútbol puede llegar a ser arte, es uno de los muchos culpables de este amor incondicional que tengo en el que para mi es el deporte más grande: el fútbol. A continuación les dejo con un video del internacional frances que tantas veces a maravillado al mundo entero. Si no me creen, pregunten por hay.
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