Partidos como el vivido ayer en el Santiago Bernabeu cuesta borrarlos de la retina y la memoria de cualquier amante del futbol. Pero más aún de los madridistas. Un Real Madrid Sevilla reune todos los requisitos necesarios para vibrar con un partido con sabor a Champions. Un doble punto de morbo sobrevolaba el cesped del estadio de Concha Espina: por un lado la motivación de un encuentro que enfrenta a dos de los mejores equipos europeos, donde el buen juego, el oficio y los goles son claras evidencias; y la motivación extra para los de Pellegrini, que tras el tropiezo del Barca en el Estadio de los Juegos Mediterráneos (2-2), donde se dejo dos puntos de oro ante un Almeria con mucho descaro, tenía la ocasión de colocarse como lider.
El conjunto blanco es especialista en crecerse ante las adversidades. Y el partido se le puso en contra con dos goles derivados de dos fallos de la zaga madridista. El primer tanto, que vino precedido de la única internada de Navas durante los 90 minutos, acabo en la red de la portería de Casiilas empujado por Xabi Alonso. Con el 0-1 finalizó la primera parte y los fantasmas se apoderaban del vestuario madridista. En la reanudación, Drago lanzo un centro envenenado al área de Iker que acabo subiendo al marcador despúes de una cadena de errores tanto de la defensa como del guardameta blanco(0-2). Otro jarro de agua para los de Chamartín que tenían 30 minutos para dar la vuelta al marcador y posicionarse en lo más alto de la clasificación. Pellegrini se percató de la posible heroica y realizó dos cambios inmejorables. Van der Vart saltó al campo en susutitución de Arbeloa y Lass cedió su puesto al recuerado Guti. Dos jugadores que dieron vida a un equipo que tenía la herida abierta de los dos goles sevillanos.
El conjunto blanco es especialista en crecerse ante las adversidades. Y el partido se le puso en contra con dos goles derivados de dos fallos de la zaga madridista. El primer tanto, que vino precedido de la única internada de Navas durante los 90 minutos, acabo en la red de la portería de Casiilas empujado por Xabi Alonso. Con el 0-1 finalizó la primera parte y los fantasmas se apoderaban del vestuario madridista. En la reanudación, Drago lanzo un centro envenenado al área de Iker que acabo subiendo al marcador despúes de una cadena de errores tanto de la defensa como del guardameta blanco(0-2). Otro jarro de agua para los de Chamartín que tenían 30 minutos para dar la vuelta al marcador y posicionarse en lo más alto de la clasificación. Pellegrini se percató de la posible heroica y realizó dos cambios inmejorables. Van der Vart saltó al campo en susutitución de Arbeloa y Lass cedió su puesto al recuerado Guti. Dos jugadores que dieron vida a un equipo que tenía la herida abierta de los dos goles sevillanos.
La situación cambio por completo. El Real Madrid comenzó a conectar pases y a jugar con criterio para gusto de sus aficionados. Cristiano Ronaldo, de nuevo el más participativo del conjunto blanco, acortó distancias y Sergio Ramos logró empatar gracias a un testarazo cruzado que batió a un gran Palop. Quedaban 15 minutos y el Madrid asediaba la porteria andaluza con todo su arsenal. La madera evito dos tantos de Higuain y un lanzamiento de Guti desde fuera del Area. Pero fue el holandes Van der Vart quien en el minuto 92 remato en línea de gol un rechace de Palop tras un gran cabezazo del Pipita. Así, el Madrid culminaba una remontada muy trabajada (3-2) y lograba una épica con el premio del liderato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario